Roberto Gómez Bolaños, está es la razón por la que pasó a la historia
Fue en la década de los 50, cuando Roberto Gómez Bolaños, de 22 años inició una muy activa carrera como guionista de películas y programas de televisión.
Para nadie es un secreto que, entre sus trabajos más destacados estuvo la escritura de guiones de cine para el famoso dúo conformado por Viruta.
Sin embargo, cuando se va hablar de su fama, es necesario remontarse a la época de los años 1960 y 1965, donde logró destacar y hacerse fama como guionista al estar dos de sus programas disputándose el primer y el segundo lugar en el ranking de audiencia de la televisión mexicana.
La razón por la que Roberto Gómez Bolaños pasó a la historia
Los programas se realizaban en “El estudio de Pedro Vargas”, donde Pedro Vargas Mata, más conocido como el “Ruiseñor de las Américas”.
Fue gracias a su gran talento para escribir es que se ganaría el famoso apodo. Al partecer, el director de cine Agustín Porfirio Delgado quedó impresionado por las habilidades de Roberto Gómez.
Esto lo llevó a exclamar que este tenía el talento de un William Shakespeare, y al ser Roberto un hombre de baja estatura lo bautizó como “Shekspiercito”, que más tarde se simplificaría como “Chespirito”.
En el año 1968, la Televisión Independiente de México, que más tarde pasaría a llamarse Televisa, inició trasmisiones, y Chespirito recibió una importante oferta.
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La gran idea que marcó historia
Chespirito no quería perder la oportunidad y así le dio vida a: “El Chapulín Colorado”, un superhéroe orgulloso y bastante torpe, pero de noble corazón, que engañaba a los villanos con fortuna.
Su arma preferida para combatir el crimen era un martillo llamado “El Chipote Chillón”, una versión caricaturesca del famoso martillo del Dios Thor.
En todos estos espacios cómicos participó un gran elenco de actores, como: Ramón Valdés, Carlos Villagrán, María Antonieta de las Nieves, Rubén Aguirre y Édgar Vivar.
«El Chavo del 8», el programa número 1
Finalmente, llega el “El Chavo del 8”, cuya idea básica de este ya se le había ocurrido al guionista antes, cuando escribió un sketch humorístico sobre un niño pobre de 8 años que discute con un vendedor de globos en un parque.
Se estima que el 60 % de los televisores en México sintonizaban los programas. Este éxito abrió las puertas del mercado internacional a la televisión mexicana.
Poco tiempo después de las primeras trasmisiones, este programa junto al Cahpulin Colorado comenzaron a emitirse por casi toda América Latina, y luego en Estados Unidos, España y algunos otros países. Hoy en día siguen siendo unas joyas de humor latino.
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