La triste y valiente historia de la mexicana Miriam Rodríguez
La triste y valiente historia de la mexicana Miriam Rodríguez, evidencia la valentía de los ciudadanos, pero la ineficiencia de las estructuras del gobierno.
La mexicana Miriam Rodríguez Martínez es la historia de una madre que no se cansó hasta lograr encontrar a su hija.
La historia de Miriam Rodríguez Martínez comenzó con el secuestro de su hija en el 2012, y luego de una búsqueda intensiva, encontró su cadáver.
Desde ese momento comenzó una frenética historia real, en donde puso en riesgo su vida para hacer justicia.
Miriam estuvo varios años tras la pista de su hija que la llevaría a descubrir que había sido secuestrada y luego asesinada por un grupo de sujetos dedicados a estos delitos.
Comienzo de la historia de la triste y valiente historia de Miriam Rodríguez
Un día, Karen Alejandra, hija de Miriam, fue interceptada por unos sujetos que abordaron su camioneta y se la llevaron.
Fue la última vez que vieron a Karen con vida. La familia inició la búsqueda desde el 23 de enero de 2012.
La madre hizo una búsqueda constante, y hasta tuvo una entrevista con algunos miembros de Los Zetas, el temido cártel. Tampoco tuvo respuesta.
Pero en la búsqueda y unión de pistas, un nombre fue clave, Sama. Luego de tanto preguntar e indagar, se identificó al sujeto.
Al atraparlo, se dio con la casa donde no solo estaban los restos de su hija, sino también de otras personas más.
Hallazgo
La tendencia indica que la mayoría de los homicidas regresan al relacionado con el delito, y así, un día, Sama llegó a la tienda de sombreros propiedad de la familia de Karen y fue reconocido por el hijo de Miriam.
Detenido, se logró identificar a otro chico, que finalmente, indicó el posible lugar donde estuvo secuestrada Karen.
Encontraron restos de otras personas, pero la policía indicó que no estaba el cuerpo de Karen, pero la madre insistió, y un año después, se confirmó, que uno de ellos huesos correspondía al cuerpo de Karen Alejandra.
Nuevamente la insistencia de Miriam dio resultados, y quizás por eso, ante la frialdad de las autoridades, decidió iniciar una cacería.
En muchos casos, como con Sama, se disfrazó de funcionario público para conseguir más pistas.
Cristian José Zapata González, apenas tenía 18 años cuando la policía lo atrapó, y fue clave en develar la identidad de los demás involucrados.
Así, luego de enterrar los restos de su hija, la madre desconsolada, inició una venganza que la llevó a ubicar a otros, y la detención de los involucrados.
Otro de los involucrados, era una vecina, quien llegó a preguntar por Karen, pese a que ya el descubrimiento era público y notorio.
Una nueva pista se descubrió, y resulta que Elvia Betancourt, la vecina, era parte de los secuestradores en el poblado de San Fernando.
Uno a uno cayendo
El teléfono de Elvia permitió identificar que, entre los involucrados, había un vendedor de gas, un taxista, otro que vendía flores, una niñera, y hasta uno que, en una nueva vida, tenía una vida dedicada a la iglesia.
Todos fueron cayendo, hasta el último de ellos, un vendedor de flores ubicado en la frontera con Texas, ese día, Miriam lo atrapó ella, con ayudada con un arma que llevaba a todos lados en su bolso.
Más allá de ser héroe, marcó un precedente, cuando encontró a otra de las involucradas, una chica que trabajaba como niñera en Ciudad Victoria; y lo logró, pese ese día su tobillo se había fracturado.
Días después, se sabía de la fuga de un grupo de maleantes en el penal de Ciudad Victoria, entre ellos, algunos de los que ella llevó a la cárcel.
Así, el día de las madres, a las 10 de la noche, unos sujetos la abordaron en su casa, sin oportunidad, con muletas, y sin chance de sacar su arma, fue baleada 13 veces.
Así terminó la vida de Miriam Rodríguez Martínez, quien ya había pedido protección, estaba muy expuesta, y poco fue lo que hizo la policía.
Miriam se convirtió en mártir, y se convirtió en un símbolo en México, y llevó a flote la realidad de la cual son víctimas miles de familias.
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Sobre La Civil: La vida de la mexicana Miriam Rodríguez al cine
La vida de Miriam llevó a producir una película, La Civil, y muestra algo de la realidad de la madre que sufrió y vengó la muerte de su hija, pero fue víctima de ese ciclo de violencia.
La cinta está basada en la desgarradora historia real de la tamaulipeca Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez.
Ella sufrió la desaparición de su hija en 2012, comenzó una búsqueda intensiva y poco tiempo después encontró su cadáver en una fosa clandestina.
Para encontrar a los responsables se hizo pasar por trabajadora del gobierno, funcionaria electoral y hasta encuestadora.
Tras lograr su cometido, se convirtió en activista y luchó hombro con hombro junto a personas con familiares desaparecidos.
Desafortunadamente, Rodríguez fue asesinada el 10 de mayo de 2017, justo el Día de las Madres.
