A propósito de la crisis por sequía: California tiene policía de agua
Para nadie es un secreto que la costa oeste de Estados Unidos está atravesando una de las peores sequías de su historia. La excepcional sequía que se extendió desde 2011 a 2017 sigue siendo el periodo más seco desde que existen registros de la ciudad dorada y apropósito de ello han creado la California tiene policía de agua.
Ciertamente, en los últimos años se están convirtiendo en un serio aspirante a batir los récords anteriores. Resulta preocupante y bastante revelador comprobar que las sequías más intensas se encuentran concentradas en la última década.
Medidas que buscan reducir la demanda de agua
La situación es tan grave que las autoridades han impuesto medidas y restricciones inéditas para intentar reducir la demanda de agua durante los calurosos meses de verano.
La limitación más importante recae en el riego que, desde junio, solo se permite una vez a la semana bajo normas muy detalladas y estrictas: Para los sistemas de aspersores estándar se limita el uso a un máximo de 8 minutos durante esos dos días, si se usa una manguera con rociador el tiempo máximo es de 15 minutos.
El riego deberá ser por la tarde y los días en los que se permite regar se dividen según los números de las casas.
Las direcciones impares pueden regar los lunes y viernes, mientras que las direcciones pares pueden regar los jueves y domingos. Las autoridades no descartan más restricciones y medidas si la situación no mejora en los próximos meses.
Pero llevar a cabo un paquete de medidas tan detallado y restrictivo no servirá de mucho si no se acompaña de un ejercicio de concienciación ciudadana, cambios importantes de comportamiento y, llegado el caso, de una estrecha vigilancia y control de que las medidas se están cumpliendo.
Así es como California tiene policía del agua
Es aquí donde llega la que ya se conoce en el sur de California como “policía del agua”; un equipo de funcionarios que patrulla las calles en busca de infracciones, intentando educar, explicando la normativa… y, llegado el caso, imponiendo multas de entre 200 y 600 dólares.
En ese cambio de mentalidad también se incluye un cambio en el tipo de jardín al que California debería ir acostumbrándose. Los Ángeles es famoso por sus hileras de palmeras pero también se conoce tradicionalmente por “exuberantes y verdes jardines, mantenidos con rociadores automáticos”.
El impacto ambiental de regar un césped, no solo en mitad de una severa sequía sino en un clima tan seco como el de California necesita además un giro radical en la manera en la que se entienden sus típicos “backyard”.
El plan también busca “inspirar a los vecinos y a la comunidad” apuntando hacia jardines nativos más tolerantes a la sequía, menos exigentes y que necesiten mucha menos agua.
Algunos calculos de riego alarmante
Se calcula que un césped convencional, en un suelo permeable, en la época de más calor y en ausencia de lluvia, necesita 10 litros de agua por m2 y día para mantenerlo verde… cantidades que empiezan a ser un lujo en el oeste de Estados Unidos.
A cambio la recomendación incluye la introducción de “plantas autóctonas como el roble de California o flores que solo requieran unas pocas gotas de agua cada semana para crecer”.
Ante los escenarios climatológicos a los que nos enfrentamos en los próximos años y, sabiendo que incluso los modelos más favorables arrojan olas de calor y sequías intensas cada vez más frecuentes, deberíamos ir adaptándonos a las nuevas características de nuestro clima, incluyendo hábitos que hasta ahora considerábamos típicos y tradicionales.