A propósito de la muerte de la Reina Isabel II: su viaje California en 1983
El inquebrantable monarca del Reino Unido, la reina Isabel II murió a los 96 años y con su muerte, el mundo marca el final de una era monumental en la historia.
Junto con los muchos eventos históricos que supervisó mientras guiaba a su país realizó una gira por la costa oeste de Estados Unidos en 1983. Por ello te hablamos de la Reina Isabel II y su viaje a California.
Algunas de la paradas que realizó la Reina Isabel II en California
La reina realizó paradas en zona famosas en la actualidad como San Diego, donde se reunió con personas frente al yate real Britannia.
En Los Ángeles, tuvo la oportunidad de darle la mano al cantante Frank Sinatra en una cena en los estudios de 20th Century Fox el 27 de febrero de 1983.
Durante su camino se reunió con el presidente estadounidense Ronald Reagan y la primera dama Nancy Reagan. El Príncipe Felipe acompañó a la Reina en su visita y asistieron a un banquete durante la visita oficial en San Francisco, California.
Además, tuvo la oportunidad de visitar el Parque Nacional Yosemite, donde se le tomaron una serie de fotos. Ciertamente su visita en el país y sobre todo en el estado dejó una huella que aún perdura en imágenes.
También realizó algunas paradas en lugares como Sierra Madre, Duarte, Santa Bárbara, San Francisco, Sacramento, Stanford, Palo Alto y como se mencionó en Yosemite en California, junto con una parada en Seattle.
La relación de la monarca con Estados Unidos
Durante sus 70 años como monarca, la reina Isabel II se reunió con todos los presidentes estadounidenses en funciones, con la notable excepción del presidente Lyndon Johnson.
Incluso antes de ascender al trono, conoció al presidente Harry Truman cuando era heredera y también conoció al presidente Herbert Hoover cuando ya era monarca, 20 años después de que él dejara el cargo.
En el contexto de la Guerra Fría, las crisis económicas, los cambios sociales, los avances científicos y las campañas militares que han dado forma al vínculo entre los EE.UU. y el Reino Unido, la Reina ha sido una figura de poder blando constante y amigable que fue una parte importante de la relación especial
