| |

La historia de George Santos: Otra historia para Netflix

La historia de George Santos ya debe estar en la mira de algún productor, pues el senador expulsado del Congreso de Estados Unidos es una cadena de mentiras.

Y es que este escándalo de mentiras y falsedades es lo que podemos encontrar en la historia de George Santos, quien ni dudó en mentir y estafar para llegar a su objetivo.

A George Santos lo expulsaron del Congreso de Estados Unidos en una votación histórica.

Su permanencia en la Cámara de Representantes fue corta, pero el impacto de su escándalo y su expulsión puede ser duradero.

El final de la historia de George Santos concluye, por lo menos en esta etapa, cuando la supermayoría de sus colegas votaron en una decisión muy poco común en el Congreso.

Un total de 105 republicanos votaron con la mayoría de demócratas para expulsarlo.

George Santos es el primer miembro del Congreso expulsado desde la Guerra Civil que no fue condenado antes por un delito grave.

La historia de George Santos incluye fraude, lavado de dinero, robo y robo de identidades de donantes.

Su lista de delitos, algunos presuntos y otros confirmados (incluso por él), es mucho más larga y lo ubica entre los principales personajes infaustos que han hecho presencia en la escena política de casi 250 años de antigüedad de Estados Unidos.

El republicano de Nueva York, nacido en 1988, se ha declarado por separado, inocente de 23 cargos federales, incluidas acusaciones de fraude relacionado con las prestaciones de desempleo por el Covid-19, malversación de fondos de campaña y mentira sobre sus finanzas personales en los informes de divulgación de la Cámara.

La historia de George Santos es como sacada de un guion ideal para cualquier plataforma streaming en la actualidad. Quizás esa haya sido su intención.

La historia de George Santos

George Santos se dio a conocer en 2019, el año en que pasó de llamarse Anthony Devolder y ser simplemente otro neoyorquino que compartía reflexiones políticas en las redes sociales, a un candidato republicano al Congreso con un currículum ficticio convincente.

Su ascenso a la Cámara de Representantes comenzó cuando se unió a un grupo de activistas pro-Donald Trump en un momento en que el Partido Republicano de la Cámara acababa de ser derrotado por una ola demócrata en 2018.

Era joven, gay y latino, y apareció en el escena conservadora a medida que activistas de orígenes más diversos ganaban más atención.

Así, se convertía en persona influyente en los círculos republicanos de las redes sociales.

Santos, antes apolítico, que había publicado principalmente en las redes sociales sobre celebridades, de repente abrazó la política conservadora cuando conoció a la base republicana en eventos en persona y en Facebook.

Hasta 2019, no publicó contenido de tendencia conservadora.

A partir de enero de 2019, Santos comenzó a publicar tuits sobre sus opiniones políticas. Envió muchos oponiéndose al aborto.

En otros, hizo comentarios negativos sobre políticos, incluida la representante Alexandria Ocasio-Cortez, demócrata del Bronx, y el entonces gobernador demócrata de Nueva York, Andrew Cuomo.

La mayoría de las publicaciones no recibieron me gusta ni retuits, pero esa falta de participación no lo disuadió del activismo político y, en última instancia, dio sus frutos cuando finalmente ganó un cargo político.

En septiembre de 2019, Santos decidió asumir un nuevo desafío: postularse para el Congreso. Comenzó a recorrer Long Island y Queens y frecuentaba eventos republicanos.

El 3 de octubre, Santos habló en la cena del Día de la Raza del Club Republicano de Queens Village, donde los activistas que lo presentaron expresaron su sorpresa por el hecho de que Santos usara un nombre diferente en su candidatura al Congreso.

“Soy víctima de las circunstancias”

En enero de 2020, comenzó a presentar un programa de entrevistas de acceso público local llamado “Talking GOP” sobre política con otros activistas bajo su nuevo nombre, George Santos, donde presionó por un Partido Republicano inclusivo.

Mientras todo esto avanzaba, Santos también se promocionaba con sus múltiples cuentas de Twitter y Facebook bajo sus diversos nombres.

Entre sus alías, o falsas identidades, se cuentan George Santos, Anthony Devolder, George Devolder y George Anthony Devolder-Santos, que abrevió como GADS.

Una página oficial de Facebook que creó como Anthony Devolder a finales de 2018 se convirtió en George Santos para el Congreso en enero de 2020.

Santos perdió esa candidatura de 2020 a la Cámara de Representantes de Estados Unidos de manera aplastante frente al titular demócrata, pero había entrado en escena como un joven, gay, exitoso ejecutivo de Wall Street.

Todo esto, más un partidario sin remordimientos de Trump que estaba en condiciones de postularse nuevamente para el Congreso.

En 2022, la historia de George Santos acapara los reflectores al ganarle al demócrata Robert Zimmerman y, junto con otros republicanos de Nueva York, obtuvo mejores resultados que el Partido Republicano a nivel nacional.

Así, tomó posesión de su cargo legislativo en enero de 2023.

A principios de noviembre, antes del informe, un intento de los republicanos para expulsar a Santos había fracasado.

Varios legisladores habían expresado su preocupación por la posibilidad de expulsar a un miembro que se enfrenta a una batalla legal aún inconclusa y sin una condena penal.

Delitos George Santos

La historia de George Santos parece haber comenzado en el 2008, admitió que ese año robó a su madre, para comprar ropa y zapatos en 2008 en Brasil.

El informe proporcionó amplia evidencia de que Santos utilizó fondos de campaña para uso personal.

Santos acumuló importantes gastos de viaje en vuelos, hoteles, Uber y comidas que no parecían tener ningún propósito político o de campaña.

El informe también detalla que Santos supuestamente gastó miles de dólares de donantes en Botox, Hermés y Onlyfans.

La expulsión es la forma más severa de castigo para un legislador de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Lee acá: La historia de Doris Payne: Una de las grandes ladronas de Estados Unidos.

Publicaciones Similares