“Don’t say gay”: La extraña campaña que utiliza Nueva York
“Don’t say gay” es parte de la curiosa campaña que se utiliza en Nueva York para atraer a los ciudadanos que migraron a Florida.
Basados en las personas que durante el 2021 solicitaron licencias de conducir, se sabe que en ese año alrededor de 200 mil personas que tenían residencia en Nueva York se mudaron a la Florida.
Se estima que los residentes llegaron a diversas ciudades del estado sureño en busca de más espacio.
Se considera que el costo del metro cuadrado en Florida es considerablemente más económico que en Nueva York.
Además, un clima más ameno e impuestos más bajos generan mayor atractivo.
Florida no tiene impuestos estatales, y en la mayoría de las municipalidades solo se cobra impuesto a la propiedad.
Mientras que la ciudad de Nueva York y el estado de Nueva York tienen una de las cargas impositivas más altas del país.
Con el trabajo remoto, y el fenómeno de apertura de nuevas empresas en zonas del sur de la Florida, ha generado mayor atractivo.
En tal sentido, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha lanzado una campaña que se basa en colocar carteles en Florida.
La intención: tratar de intentar atraer de vuelta a esos residentes.
“Don’t say gay”: ¿Show Político?
Los carteles son digitales y se verán durante al menos ocho semanas en Fort Lauderdale, Jacksonville, Orlando, Tampa y West Palm Beach.
Hace algún tiempo, el alcalde de Miami, Francis Suarez, colocó carteles en la vía pública de Nueva York y San Francisco invitando a las personas a mudarse a Miami.
Lo que sorprende es el tema que Adams escogió para invitar a las personas a mudarse a Nueva York: “No digas Gay”.
En realidad oficialmente se trata de la ley de los derechos parentales en la educación.
A grandes rasgos indica que los maestros no pueden debatir temas sexuales o de identidad de género con niños menores de ocho años, a menos que haya un acuerdo con los padres.
Si bien la ley no menciona en ningún momento ni la homosexualidad ni la heterosexualidad, grupos de todo el país han salido a criticarla.
Fueron los demócratas quienes le dieron el nombre informal a la ley: “No digas Gay”.
Otra versión de los carteles tiene la frase “La gente dice muchas cosas ridículas en Nueva York, pero No digas Gay no es una de ellas”.
La campaña es una donación hecha por la empresa de publicidad Kinetic.