Así funcionan las pastillas abortivas
El aborto con medicamentos, también conocido como pastillas abortivas, es una manera segura de interrumpir un embarazo en su etapa inicial.
Estas llamadas pastillas abortivas logran detener un embarazo, combinando dos medicamentos diferentes: la mifepristona y el misoprostol.
Estos medicamentos impiden el avance del embarazo, y causan calambres y sangrado para vaciar el útero, similar a un aborto espontáneo.
Los datos sobre este procedimiento revelan, que el aborto con pastillas es común en Estados Unidos. Más del 54% de los abortos se realizan con pastillas.
Es incluso más común en todo el mundo: en algunos países europeos, hasta el 90% de los abortos se realizan con pastillas abortivas.
Se los considera como médicamente presuntamente seguros y eficaces, para embarazos de hasta 12 semanas.
Además, los estudios demuestran que tienen una eficacia del 98% en la interrupción del embarazo.
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¿Cómo se emplean las pastillas abortivas?
Primero tomas una pastilla llamada mifepristona. El embarazo necesita una hormona llamada progesterona para avanzar normalmente.
La mifepristona bloquea la progesterona que produce tu cuerpo, impidiendo que el embarazo avance.
Después tomas el segundo medicamento, misoprostol, ya sea inmediatamente o hasta 48 horas después.
Este medicamento causa cólicos y sangrado para vaciar tu útero.
Es parecido a tener un periodo con sangrado muy abundante y con cólicos.
El proceso es muy similar a tener un aborto espontáneo (pérdida) en la etapa inicial del embarazo.
No obstante, si no tienes sangrado durante las 24 horas después de tomar el segundo medicamento, debes llamar a tu doctor.
Cuando te realizas un aborto con pastillas abortivas, tu doctor debe suministrarte ambos medicamentos en el centro de salud.
También te dará instrucciones detalladas sobre dónde, cuándo y cómo tomar ambos.
Sin embargo, esto puede variar dependiendo de las leyes del estado donde vives y de las políticas del centro de salud al que vayas.
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