Cómo limpiar la cera de los oidos sin riesgo

Cómo limpiar la cera de los oídos sin riesgo, sin afectar el sistema auditivo o maltratar algunos nervios de este órgano.

Primero debemos decir que es esa grasa o cera que se acumula en los oídos se llama cerumen.

El cerumen es un aceite ceroso que segregan las diminutas glándulas sebáceas y sudoríparas que recubren las paredes del conducto auditivo externo.

Una parte del cerumen se segrega hacia el exterior del oído actuando como una especie de cinta transportadora que arrastra consigo muchas impurezas.

Es decir, esa grasa que es desagradable actúa como agente de limpieza para evitar que el sucio se acumule en la parte interna del oído.

Recogen las células muertas de la piel, los pequeños vellos que recubren el conducto auditivo externo y otros tipos de residuos microscópicos.

El movimiento de la mandíbula al hablar y masticar favorece este proceso.

Según algunos especialistas cuando los oídos producen la cantidad adecuada de cera, es señal de que están sanos.

Es más, el líquido ceroso es ligeramente ácido, por lo que “crea un ambiente hostil” para las bacterias y los hongos que tienden a aparecer en el ambiente húmedo y oscuro del oído interno.

Pero, siempre hay alguno, cuando hay exceso de cera, pues podría causar ciertos problemas.

Por ello, cómo limpiar la cera de los oídos sin riesgos a daños.

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Es muy frecuente en adultos mayores

La acumulación de cera es especialmente frecuente en los adultos mayores. De hecho, 1 de cada 20 adultos tiene acumulación de cerumen.

Con el paso del tiempo se puede acumular abundante cera en el conducto auditivo y crear una obstrucción.

Esa acumulación de cerumen, llamada tapón de cerumen, es difícil de retirar, sobre todo si la cera está dura y seca.

En el caso de cantidades pequeñas, puedes hacer una limpieza suave de los oídos cada día.

El mejor método: después de lavarte la cara o salir de una ducha caliente, colócate una toallita húmeda en un dedo y limpia los pequeños espacios del oído externo sin mucha violencia.

En algunos casos, las personas que tienden a producir abundante cerumen pueden probar con aceite mineral, aceite de bebé o peróxido de hidrógeno al 3%.

Aplica una o dos gotas en el oído con un gotero, inclinando la cabeza de modo que la abertura del oído apunte hacia el techo.

Permanece en esa posición durante uno o dos minutos para dejar que el líquido fluya hacia la acumulación de cera.

Luego inclina la cabeza en la dirección opuesta para que salga el líquido junto con la cera que se haya desprendido.

También puedes probar con productos de venta libre para desprender pequeñas cantidades de cera.

Algunos de estos productos incluyen una pera de goma que se comprime para enjuagar el oído con agua tibia, de ser necesario.

Recomendaciones para limpiar la cera de los oídos sin riesgo

Usa un paño húmedo para limpiar la parte exterior del oído todos los días

Para extraer la cera, prueba a usar una o dos gotas de un agente ablandador, como aceite para bebés o aceite mineral.

Considera usar un producto de venta libre que contenga aceite o peróxido de hidrógeno para despegar la cera

Lo que debes evitar al limpiar tus oídos

Algunos cosas que debes evitar al limpiar tus odios:

  • Insertar hisopos de algodón, los dedos u otros objetos en el conducto auditivo externo
  • Tratar un tapón de cera en casa.
  • Consulta con tu proveedor de atención médica si tienes síntomas como pérdida auditiva, zumbido o sensación de taponamiento en los oídos.
  • Hagas lo que hagas, no te pongas a escarbar.

Puedes provocar, empujar el resto de cerumen más profundamente en el conducto auditivo.

También existe el riesgo de lesionar el tímpano. Si con estas medidas no se despeja el cerumen, acude a tu médico para que elimine la obstrucción.

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