El narco de narcos Caro Quintero tiene cargos en cortes de California por narcotráfico, asesinato y tortura
Si hay alguien que tiene cuentas pendientes muy graves en Estados Unidos, ese es Rafael Caro Quintero, el Narco de narcos. Se le acusan de al menos 14 cargos criminales por trayectos mezclados mientras se consolidó en el Cártel de Guadalajara, durante su permanencia en prisión por tres décadas, así como después de quedar libre en 2013.
Según los registros judiciales verificados, las acusaciones contra Caro Quintero son en las cortes de California y Nueva York, pero representan delitos analizados en contextos diferentes. Aunque en ambos casos se le acusa por el envío de drogas, asesinato y tortura como máximo cabecilla delincuencial.
Las primeras autoridades que requirieron al Narco de narcos fueron jurisdicciones de Los Ángeles, donde se emitieron dos órdenes de arresto en su contra el 13 de mayo de 1987 y el 30 de julio de 1992. Según se entiende en los documentos consultados, en esta área fue reemplazada siete veces la suma de 10 cargos.
Para entonces, el imputado ya estaba tras las rejas por el asesinato de Enrique Camarena Salazar, Kiki, agente de la Administración del Control de Drogas (DEA), quien fue secuestrado y torturado en 1985 junto con su informante, el piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar.
Estos delitos quedaron desclasificados hace dos días por orden judicial, luego de la recaptura del Narco de narcos el pasado 15 de julio en Sinaloa, durante un operativo que encabezó la Secretaría de Marina Armada de México (Semar).
Ahora, el Departamento de justicia planea usar los folios durante el proceso de extradición, algo que espera, pueda ser lo más pronto posible.
Sobre los cargos
Cuando el gobierno de Estados Unidos reiteró los intereses contra Caro Quintero, primero revelaron acusaciones en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York con un recuento sobre sus actividades criminales desde 1980 hasta 2017.
Fue el 12 abril de 2018, la fecha en que el Narco de narcos pasó a la lista de los 10 fugitivos más buscados para la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
Ese día se anunció la recompensa más grande para un narcotraficante, pues el Departamento de Estado informó la oferta de 20 millones de dólares por datos que llevaran al arresto o condena.
El primer cargo incluye nueve violaciones por envíos de drogas. El 21 de febrero de 2015 con 4,900 kilos de marihuana. Cuatro días después se detectaron 500 kilos de cocaína. El 5 de marzo de ese año fueron 1.9 kilos más de la misma droga con 22 kilos de metanfetamina. Para octubre siguiente se contabilizaron 5 kilos de cocaína más. Y en plena Noche Buena fue otra dosis del enervante.
En junio de 2016 se estimaron mil kilos de cocaína. Para julio fue otra tonelada más y el 2 de diciembre de ese año las autoridades de Nueva York acusan 2 mil kilos del polvo proveniente de Colombia que inundó las calles de EEUU. Pero la última imputación es porque Caro Quintero conspiró para matar a una o más personas que eran una amenaza para su cártel.
Según la segunda imputación se le vincula al tío y sobrino junto con otros que conspiraron para distribuir al menos 1,000 kilos de marihuana. En el tercero de los delitos fincados se reitera el envío de cocaína, metanfetamina, al menos un kilo o más de heroína; así como 5 kilos de una sustancia con cocaína y 500 gramos de otro narcótico con metanfetamina.
Ya como última referencia está que los dos cabecillas usaron armas de fuego para fomentar el narcotráfico, las cuales fueron accionadas. Con la acusación quedaron advertidos que autoridades neoyorkinas buscarán decomisar sus propiedades derivadas de origen ilícito, residencias usadas para esos fines y cualquier derecho, contrato que ayude a controlar la empresa criminal continua. Si esos bienes no pueden ser accesibles se solicitará la confiscación de cualquier otra propiedad.
Todos esos cargos e identificaciones directas o indirectas podrían ser retomadas durante el proceso que enfrente el Narco de narcos. No se ha especificado si su sobrino forma parte del Cártel de Caborca, la célula conformada por Caro Quintero y más familiares para disputar las rutas del trasiego de drogas en Sonora.
Por ahora al exlíder del Cártel de Guadalajara le queda esperar su futuro desde el penal del Altiplano en el Estado de México y una posible extradición a Estados Unidos. Aunque ha comenzado una batalla judicial mediante amparos para retrasar ese proceso.