Residentes de Sanibel Florida, isla arrasada por huracán Ian, vuelven a sus hogares

Los residentes de Sanibel, una de las islas azotada por el huracán Ian en Florida, regresan por fin a lo que queda de sus hogares.

Es el primer contacto de la gente con esa zona, luego de cumplirse una semana de la devastación provocada por el ciclón.

Ian causó fuertes destrozos en esta isla de ensueño, ubicada en el suroeste de Florida, borrando del mapa viviendas y negocios.

Los residentes de Sanibel vuelven a ver que quedó, y aún muchos ponen en duda que muchos de ellos prefieran quedarse.

El huracán destruyó una parte de la calzada que conecta la isla con el continente.

La perdida de la calzada, hizo que se planificaran evacuaciones por aire y mar, mientras los equipos buscaban a quienes estaban varados.

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La administradora de la isla, Dana Souza, dijo que los residentes de Sanibel, que regresan para evaluar los daños «se sorprenderán».

«Va a ser emotivo cuando vean sus propiedades de cerca y la cantidad de daño que les causó esta tormenta», comentó.

Los residentes de Sanibel vuelven, pero no podrán quedarse

Por su parte, la alcaldesa de Sanibel, Holly Smith, informó que, aunque los habitantes puedan acceder a sus hogares, la isla «sigue siendo extremadamente insegura».

Según explicó Smith, las casas aunque pueden verse bien desde el exterior, están demasiado dañadas para vivir en ellas.

Al respecto, el jefe de bomberos de Sanibel, William Briscoe, dijo que, en realidad, tanto las viviendas como sus entornos, no están habitables.

“Hay muchos lugares que no son habitables. Hay lugares fuera de sus cimientos, y es muy peligroso ahí afuera”, explicó Briscoe.

Igualmente, el jefe de los bomberos advirtió «hay caimanes en los alrededores y serpientes por todas partes».

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Además, la administradora Souza detalló que no hay la infraestructura necesaria, para que las 700.000 personas que allí viven, puedan hacerlo de nuevo.

Explicó que la mayoría de los postes eléctricos y las líneas de transmisión están caídos, junto con los sistemas de aguas residuales.

«Sin esa infraestructura necesaria, es difícil sostener una comunidad durante un año», indicó.

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